Experiencia de Anrodpul

En PasaporteAustral nos apasiona organizar viajes a Oceanía y en esta ocasión organizamos un viaje a Nueva Zelanda para Anrodpul un viajero al que le estamós muy agradecidas por que ha compartido la experiencia con un fantástico relato que merece la pena Leer.

Viajar a Nueva Zelanda no es sólo probar el sabor de ir hasta el otro extremo del mundo: supone viajar a una parte del mundo donde te empapas de naturaleza hasta los cuatro costados. Supone disfrutar de escaparates naturales de ensueño que sólo has visto en postales y calendarios. Puedes hallar desde cordilleras nevadas de cuento, pasando por bosques de vegetación única, hasta playas y lagos por doquier, eso sin mencionar las posibilidades de aventuras que puedes encontrar: viajes en helicóptero sobre glaciares, descensos por cañones, navegar en kayak junto a playas del pacífico sur,… sin descartar las opciones que te harán subir la adrenalina, aunque esto último se lo dejo a los más valientes; puenting, salto en paracaídas,…

Debo reconocer que los días de viaje que supone llegar hasta allí suponen un inconveniente a superar, pero una vez allí, lo peor ha pasado y sólo resta saborear este hermoso país. Estuvimos casi un mes, recorriendo en coche (keep left) el país desde Northland en el extremo norte de la isla hasta Southland en el extremo sur de la isla sur. Visitando todo tipo de espacios naturales y sus ciudades, reconociendo los escenarios naturales donde se rodó la saga del “Señor de los Anillos”, tomando baños en los Spa geotermales y conociendo la cultura maorí de Rotorúa, paseando (eso sí, con frío) por las tierras de “Mordor” (Tongariro) y junto a las amarillas playas de Abel Tasman, navegando por el fascinante fiordo de Milford Sound y asombrándonos ante la majestuosidad del Aoraki – Monte Cook; eso entre otras cosas. Es muy difícil describir cuanto se ha experimentado en un mes que nos ha parecido completito, lo mejor es vivirlo; eso sí, prepárate a conocer un dialecto del inglés de lo más singular. Allí lo llaman Kiwi y es que el inglés que llegué a aprender en la escuela difiere un rato del de allí, pero gracias a Dios, la gente es amable y es paciente contigo.

Aoraki – Monte Cook

Bay of Islands

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